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Notas/Cultura

Conflicto en la educación

MARCOS REY

Vaivenes de la huelga en la educación pública

El conflicto en la educación entre los docentes y el gobierno está centrado ahora en el debate parlamentario de la rendición de cuentas, aunque las posiciones parecen estancadas. La huelga de los profesores de Montevideo debe hacer frente además a un acatamiento que parece desgastarse con los días.

A un mes de iniciada la huelga docente en los liceos públicos de la capital, el desgaste de la medida parece evidente. En la última asamblea del sindicato de profesores de Montevideo (ades), 264 resolvieron continuar la huelga y 163 se opusieron. Pero el sindicato lo integran más de 3 mil docentes de un total de 8 mil que trabajan en los liceos capitalinos, lo que explicaría en parte las fisuras del acatamiento. Los principales dirigentes de ades (filial capitalina de Fenapes y que cuenta con la mitad de sus afiliados), así como los de Ademu, gremio de maestros de Montevideo, pertenecen a la izquierda no frenteamplista. Ello tiende a que se inscriban los reclamos no sólo como parte de una pulseada por mejoras en la educación pública sino como una estrategia de confrontación con el rumbo del gobierno. Hoy, viernes, una nueva asamblea de ades decidirá si extiende la huelga una semana más o reencauza el conflicto por otros medios.
Porque todas las miradas están centradas ahora en el Parlamento, aunque la bancada del Frente Amplio (fa) anunció que no destinará más recursos a la anep de lo acordado con el Poder Ejecutivo: adelantar un 3 por ciento de aumento salarial previsto para 2015 en el convenio colectivo firmado al inicio de este período de gobierno. Este gasto adicional de 45 millones de dólares será financiado por Rentas Generales, puesto que inicialmente el gobierno había anunciado que en la rendición sólo habría recursos para poner en marcha la Universidad Tecnológica (Utec). Los sindicatos de la educación, no obstante, apuestan a que se duplique ese aumento al 6 por ciento, atendiendo al mensaje que envió el Codicen. Pero según confiaron a Brecha varios legisladores oficialistas, sólo habrá más recursos para la Udelar (véase recuadro). Si bien reconocen que es necesario mejorar los sueldos, también entienden que hay que respetar el convenio –más cuando se acerca una nueva ronda de los consejos de salarios–, puesto que en el quinquenio el salario real de los docentes se incrementará un 22,8 por ciento. Y el gobierno también se muestra firme: “Nosotros ya opinamos. La posición del Ejecutivo es lo enviado en la rendición, y esos son los límites de lo posible. Te puedo asegurar que no estamos buscando más recursos para la anep. Y no me consta que lo estén haciendo los legisladores”, aseguró a Brecha Pedro Apezteguía, director general de Secretaría del Ministerio de Economía (mef).
En 2012 el presidente José Mujica propuso discutir modificaciones impositivas para profundizar la redistribución de la riqueza, pero este año el gobierno y el fa acordaron no innovar en materia tributaria hasta el próximo período. “No hay condiciones políticas”, destacó una fuente del gobierno a Brecha. En la misma línea opinó el diputado Alejandro Sánchez (mpp): “Acepto que se nos diga que fuimos tímidos en gravar más al capital que hoy tiene una presión fiscal del 17 por ciento, porque de ahí se podía sacar más recursos. Pero aunque no me guste, eso fue lo acordado. Ahora, tampoco comparto que desde los sindicatos se establezcan discusiones falsas, objetivos de lucha parciales o propuestas demagógicas que no resuelven los problemas de la educación”.

POR DENTRO. La huelga, que estuvo precedida por una serie de paros en todo el país, se habría ido apagando esta semana. Pero mientras los profesores han ido regresando a los liceos (las autoridades de Secundaria hablan de un 80 por ciento de asistencia en algunos centros de estudio), todavía son muy pocos los alumnos que acuden a clase. A pesar de ello, en el transcurso de la semana las autoridades de la enseñanza instaron a los estudiantes a concurrir a los centros de estudio, y de a poco han ido arribando a los liceos.
A nivel de los profesores, la huelga volvió a dividir (al igual que en 1989, 1993 y 1996) y alertar sobre las desafiliaciones masivas al sindicato. Según algunos docentes consultados por Brecha, una amplia mayoría de profesores se queja del estado de la educación pública y de la antipatía que despierta la huelga, pero no promueve cambios ni participa de las asambleas (sea porque se desafilió del sindicato, porque nunca estuvo sindicalizado o porque no tiene interés de involucrarse en este tipo de dinámicas deliberativas). “Nos quejamos de que una minoría resuelve una huelga, pero somos miles los que no concurrimos a las asambleas, otros que no están sindicalizados o que se desafiliaron. Y es un poco hipócrita, porque los profesores sabemos que gracias a los docentes organizados todos nos beneficiamos o logramos que atiendan algunos reclamos”, confiesa una profesora. En esa línea, circula en las redes sociales un afiche que dice: “Cuando cobres el aumento de sueldo, agradecé a los profesores que hicieron paro por vos”.
Pero tampoco la dirigencia sindical –dicen estos docentes– propicia asambleas masivas o promueve una profunda autocrítica para superar la histórica distancia con el resto del profesorado (si bien 373 ratificaron la huelga, la iniciaron 95 docentes de los 8 mil que hay en Montevideo). Incluso algunos profesores sindicalizados que sí acuden a las asambleas discrepan con la conducción del conflicto. Entienden que detrás de una huelga debe existir una estrategia de acumulación y toma de conciencia entre los afiliados, además de una amplia alianza entre los sindicatos que exceda las reivindicaciones salariales. “Para iniciar una huelga hay que desarrollar un trabajo previo y buscar un alto acatamiento, porque si fracasa es contraproducente. No se puede ir a la huelga entre gallos y mediasnoches. Habría que pensarlo desde ya para cuando se discuta el próximo presupuesto quinquenal”, afirma otro profesor. Una docente asegura que la dirigencia de ades fomenta un “microclima que seduce a unos y espanta a otros por la retórica simplista o seudorrevolucionaria”. A veces los discursos más aplaudidos plantean el conflicto en términos maniqueos o intimidan a los que no se arriman con frecuencia. Que la huelga debería ser resuelta por una mayoría especial, que se deberían fomentar discusiones en los liceos o que habría que propiciar otras instancias de decisión, son reclamos que peinan canas entre los profesores.
En los primeros días de la huelga algunos docentes que asistieron a los liceos y cumplieron parte de su horario –según relataron varias adscriptas a Brecha– alentaron de todos modos a sus alumnos a que no acudiesen a los centros. Y también, aseguran, hubo de los otros: los que no acataron la huelga pero dieron clase aunque concurriera un solo estudiante. Esta semana, sin embargo, funcionarios, docentes y directores de los liceos aseguran que la huelga se fue agotando. Y destacan una razón económica. Una profesora que acató la huelga los primeros días, decidió retomar las clases el lunes: “Es difícil defender una huelga de tantos días y renunciar a un mes de sueldo, aun cuando te lo descuenten en cuotas. Tengo niños chicos, así que si esperaban el desgaste, lo consiguieron”.

Tinetto no se va
En veremos

La eventual remoción del director de Secundaria Juan Pedro Tinetto, anunciada primero por fuentes del Ejecutivo a Búsqueda y confirmada luego por el presidente José Mujica, sigue en veremos. A Tinetto se lo cuestionó porque se tomó licencia y viajó a Canadá en medio de la huelga docente. De regreso en Uruguay, el jerarca explicó al Codicen que la licencia fue sugerida por su médico personal y que dejó firmados los formularios para desalojar los liceos. Aunque la destitución debe ser resuelta por el Codicen, si perdiera el respaldo político Tinetto se vería obligado a renunciar, como sucedió en 2012 con Pilar Ubilla y Fernando Tomeo. Pero todavía no hubo definiciones. Por otra parte, sigue la polémica sobre cómo se recuperarían las clases perdidas. Extender el calendario implica mover el período de exámenes, determinar cuánto se perdió en cada ciudad –no es lo mismo el Interior que el área metropolitana–, en cada liceo o materia. Entre las alternativas se habló de cursos en “contra turno” o a través del Plan Ceibal.

Recursos para la Udelar
“Los vamos a encontrar”

Los legisladores frenteamplistas comenzaron a estudiar de dónde sacarán 9 millones de dólares para otorgar un 3 por ciento adicional a los salarios de la Universidad de la República (Udelar), incremento que no fue incluido en el mensaje del Ejecutivo pero que luego se acordó entre la bancada, los sindicatos y las autoridades universitarias. Para no aumentar el déficit fiscal, los legisladores deberán buscar los recursos en otros incisos de la rendición. El diputado socialista Gustavo Bernini explicó a Brecha que se designó “un grupo de técnicos” que “está cepillando la rendición” para ello. Y el senador Rafael Michelini enfatizó que los “recursos los vamos a encontrar, no sé de dónde, pero los encontraremos”.

Fuente: Brecha